Vivir la pérdida de un ser preciado es una situación bastante difícil, tanto que se puede llegar a negar la falta, ocasionando que la preparación del duelo se retrase.
Congelar el duelo es un mecanismo de protección al que recurre el doliente una vez que no se siente capaz de admitir la nueva realidad de ausencia y “opta” por dejarlo para después.
Una vez que se da una situación de duelo congelado o retardado, el más grande riesgo que corre quien lo vive es que su dolor se vuelve silencioso y crónico, debido a que puede perdurar en el tiempo. Diversas patologías enmascaran este duelo no resuelto, ocasionando que el individuo no pueda volver a conocer la felicidad.
Una vez que muere un familiar o una amistad, iniciamos un camino de duelo que lentamente va sentando las bases de una totalmente nueva realidad en la que tenemos que vivir asumiendo que dicha persona por el momento no está. Ansiedad, apatía, irritación son varios de los sentimientos asociados a la pérdida que más se acostumbran a expresar.
En el momento de sobrellevar la pérdida, hay bastantes personas que no saben qué hacer con aquel grupo de sensaciones y emociones tan negativas y deciden gestionar el vacío que les crea la pérdida negándole.
La furia, el desconcierto y el malestar son ciertos de los indicios más presentes en el duelo. Además de dichos, si deseamos prestar ayuda a alguien que logre estar retrasando la preparación de su duelo o sentimos la necesidad de evaluar nuestra propia situación en relación con este suceso, debemos prestar atención a 5 puntos de vista clave que nos avisaran sobre un viable duelo retardado:
Cualquier situación adversa puede ser el detonante de una explosión de sentimientos difíciles de gestionar. Sabiendo que existe la probabilidad de llevar a cabo un duelo patológico frente al shock de la pérdida, es fundamental primero naturalizar este asunto, siendo conscientes de la verdad que nos circunda y comenzar a hacer músculo.
El objetivo de este “entrenamiento” es facilitar la aprobación de la pérdida, haciendo un trabajo los sentimientos y el autoconocimiento para sobrellevar esta clase de situaciones, gestionando lo mejor viable nuestra propia actitud.
Es importante situar atención sobre los indicadores que nos alertan de un proceso retardado de duelo y dichos 5 indicios de duelo congelado tienen la posibilidad de ser el primer aviso para llevar a cabo todos los mecanismos de ayuda.