Aunque la muerte es un proceso natural, la pérdida de un ser cercano causa un profundo dolor. Conduce a largos períodos de tristeza y depresión, en los que por momentos puede parecer que no se va a avanzar.
El duelo es un proceso que tiene varias etapas, pero la duración y la manera de afrontarlo puede ser totalmente diferente en cada ser humano.
En este sentido, superar estas etapas del duelo, es sin duda uno de los mayores retos al que se puede enfrentar un ser humano.
Se conocen fundamentalmente cuatro etapas en el duelo. Inicia siempre por la negación a la que sucede la rabia, aunque en muchas oportunidades estas dos primeras se solapan y van ligadas.
Luego aparece la negociación, hasta llegar a la aceptación. Veamos en detalle cada etapa.
Es la primera reacción, en la que trata de demorar el sentimiento que implica una pérdida irreparable.
Es una reacción completamente natural, que en algunas personas se manifiesta en conductas que pueden dar la impresión de reflejar que no está sucediendo nada.
Después de la negación, la siguiente etapa se manifiesta en sentimientos de ira e impotencia. El manejo del dolor se torna complicado y en oportunidades impide despedirse del ser que ya no está.
Luego de las emociones de negación y rabia la persona en duelo comienza a aceptar la irremediable realidad de los hechos. Es la manifestación de que ya se han superado las dos primeras etapas.
A medida que pasan los días y que va avanzando el duelo, lentamente se va asumiendo la situación y se comienzan a manifestar los profundos sentimientos de tristeza.
Una de las expresiones más evidentes es la nostalgia y una pérdida de interés por la vida cotidiana.
Paulatinamente, va llegando un estado de cierta calma, una vez que de cierta manera se superan las primeras fases del duelo. Esta calma se asocia a la aceptación de la pérdida como un proceso del ciclo de la vida.
Aunque persisten los sentimientos de tristeza, aparece la sensación de aceptar que ya no está esa persona presente.
En primer lugar, se debe aceptar como natural los sentimientos de rabia, impotencia y decaimiento ante la presencia de un hecho irreparable.
Una manera sencilla es hablar con tus familiares y amigos acerca de la despedida de ser allegado, es una excelente ayuda para superar la etapa de negación.
De igual manera, ayudar a otras personas que pasan por procesos similares y compartir juntos anécdotas de momentos felices puede resultar de gran beneficio para todos.
Para resumir, las etapas del duelo pueden variar significativamente de una persona a otra y cada etapa tiene un tiempo variable de duración.
Las reacciones pueden variar ante la muerte de un ser querido y en todo caso el paso del tiempo es el mejor aliado para superar el dolor y comenzar a aceptar lo irremediable.