La preservación cadavérica se lleva a cabo por procedimientos distintos a los naturales.
Todos ellos se caracterizan por la intervención de la aparatología y una metodología predeterminada, por la administración y recubrimiento con sustancias y por la práctica de alguna técnica en particular.
Es en realidad un proceso que impide la putrefacción al aplicar muy bajas temperaturas que solidifican por congelación el agua de los tejidos, pudiendo permanecer el cuerpo en esta condiciones de forma indefinida
la temperaturas óptima para ésta conservación oscila los -40° C, esto suspende toda la actividad enzimática y bacteriana.
Una vez descongelado el cadáver, la putrefacción es muy rápida.
Alteraciones de los procesos y moléculas químicas mediante un proceso de conservación que consiste en exponer a radiaciones ionizantes como los rayos X, gamma o electrones acelerados con el fin de esterilizarlos, es decir, eliminar por completo los posibles microorganismos adheridos
Se Trabaja por impregnación de los tejidos con soluciones de diferente composición y propósito, soluciones deshidratantes y de conservación.
Ocurre en cadáveres encerrados en urnas de zinc o de plomo. Puede recordar a la momificación.
La conservación se explica porque los gérmenes de la putrefacción, especialmente los aerobios, encuentran condiciones difíciles en el ambiente limitado de una urna y se detienen por la carencia de oxígeno.
Se considera que ocurre en un lapso promedio de dos años.
El embalsamamiento es un conjunto de técnicas que por medio de la manipulación del cuerpo humano, momentos después de fallecer y con la ayuda de sustancias químicas, se preserva de la putrefacción.